Grounding: cómo aplicar esta práctica

La naturaleza es un regalo: descubre la técnica totalmente gratuita para nuestro bienestar

Grounding: cómo aplicar esta práctica

La traducción de Grounding es literalmente “enraizamiento” o “raíces en crecimiento”, como prefieren decir algunas personas porque se asemeja a la conexión de las raíces de una planta con el suelo.

Aunque ha ganado notoriedad recientemente, es una técnica ancestral y también una filosofía de vida, que necesitamos reintegrar en nuestra integración con la tierra y todo lo que en ella hay.

El grounding es una herramienta para generar salud, sin que le cueste a nadie y que puedes utilizar en cualquier lugar, utilizando tu propio cuerpo y el entorno para recargar tu energía.
Aunque esto no es misticismo, esta práctica es realmente efectiva para mejorar la presión arterial, los síntomas más graves de la ansiedad y la salud mental en general.

Bien, todo esto es muy interesante, pero ¿cómo funciona?

Nuestro cuerpo tiene una corriente eléctrica natural y se desequilibra fácilmente cuando el entorno en el que vivimos está rodeado de estrés, contaminación electromagnética y, sobre todo, cuando pasamos muchas horas utilizando nuestros teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos.

Al poner nuestros pies en contacto directo con el suelo, descargamos esta carga eléctrica negativa y actuamos como intercambio de mala energía por energía equilibrada.
Parece demasiado simple, ¿no? ¡Realmente es! Básicamente tienes estas formas de aplicar:

  • Caminar descalzo en la naturaleza: Si vives en una gran ciudad, quizás nunca hayas experimentado unos minutos con los pies descalzos en el suelo, pero sentirás que el pasto, la arena o el suelo ¡será una muy buena sensación!
  • Siéntate o retírate en el suelo: Busca un lugar tranquilo rodeado de naturaleza y relajación, aunque no estés rodeado de espacios verdes, cada ciudad tiene un parque o una gran plaza arbolada.
  • Meditación con conexión tierra: combina la práctica meditativa con el contacto con la naturaleza para obtener un efecto más relajante.

Pero recuerda que lo principal es estar descalzo, tus pies deben sentir el contacto directo para lograr el efecto energético que ayuda a la circulación sanguínea y transporta más oxígeno al cuerpo, favoreciendo así el bienestar general.

Algunas personas pueden tener dudas, pero nada depende de una creencia religiosa, simplemente venimos de la naturaleza y nos integramos perfectamente con ella, por eso la naturaleza es sanadora.
Todo lo que nos rodea es sumamente sabio, incluida la hormiga. Sabio en el sentido de contar con herramientas y herramientas naturales para afrontar el medio ambiente y los desafíos del propio entorno.

No es diferente con los humanos. Cada célula de nuestro cuerpo es única y simple, pero juntas forman un mecanismo mucho más grande, capaz de grandes cosas.
Al contactar con la naturaleza, la fuente, nuestro cuerpo se regenera célula a célula, milímetro a milímetro.

Nuestros pies no son pesados ​​para los zapatos, hay pies de sobra para caminar sobre tierra, hojas, arena y piedras.

Pero no te equivoques, además de estar descalzo, necesitas estar conectado directamente con el planeta Tierra, es decir, no vale la pena poner tu tarta en el frasco que tienes en tu balcón del quinto piso.
Conozco algunas personas a las que no les gusta estar descalzas en la tierra, aunque conocen y creen en todos estos beneficios.

Principales mejoras que notarás

  • Reducción de la presión arterial;
  • Mayor fluidez sanguínea;
  • Reducción de estrés;
  • Reducción de la depresión;
  • Regeneración celular;
  • Reducción de la inflamación y el dolor;
  • Mayor inmunidad.

ES LIBRE, USO Y ABUSO. Si eres escéptico, te aseguro que no te hará ningún daño.

Documentales:

“The Earthing Movie”, con testimonios de diversas personas, incluso de personas que tenían como objetivo estudiar el tema para demostrar que no existe tal cosa, pero terminaron constatando más beneficios.

“Live to 100: Secrets of the blue zones”. Este documental es increíble y muestra personas que vivieron más de 100 años alrededor del mundo. El contacto de ellos con la naturaleza es algo común e indiscutible.

Mariana Casarin