Cada generación ha aprendido a lidiar con el trabajo de una forma única y cada una tiene algo que enseñarnos, pero si hay algo urgente que los profesionales actuales deben valorar es el equilibrio entre el ocio y la productividad para trabajar más felices y, en consecuencia, producir mejor.
Las cifras son un clamor por una pausa: casi el 75% de los trabajadores mexicanos reportan sufrir de estrés crónico o burnout, según datos del IMSS y el INEGI. Además, una encuesta de 2023 descubrió que el 92% de las personas con vida laboral declaran que ya han experimentado síntomas de burnout en algún momento.
Los profesionales de la salud mental alertan que esto es prácticamente una epidemia y la consecuencia no es solo el cansancio. El impacto tiene un alto costo para la economía en general y para la salud mental: el burnout reduce la motivación y la productividad, la persona intenta compensar con más horas de trabajo y el ciclo se repite hasta la extenuación.
Fin del culto a la productividad a cualquier costo
El trabajo arduo en la historia de la humanidad ha sido hasta ahora una cuestión de supervivencia. Hoy en día es un discurso que predica la meritocracia a partir del esfuerzo ininterrumpido hasta alcanzar resultados extraordinarios.
Pero, ¿realmente la sociedad quiere seguir a ese ritmo? Además, ¿cuánto tiempo más aguantaremos vivir acelerados?
Las nuevas generaciones, especialmente a partir de los Millennials, cuestionan la creencia de que trabajar más equivale a mayor valor moral. Junto con esto, nació el concepto de “pseudoproductividad”, donde entendemos que parecer ocupado es diferente a producir de verdad y con calidad.
De esta forma, ahora tenemos la misión de acabar con la culpabilización del descanso y aprender a ver la pausa como una forma de cuidarse para tener calidad de vida en todos los aspectos.
El concepto de ocio creativo
El ser humano es una fuente inagotable de creatividad y no darle salida a esto es un factor que deteriora la salud mental. Sin embargo, los hábitos modernos asfixian nuestro poder creativo.
Cada vez que tomamos el celular para deslizar el feed en lugar de usar unos minutos para la contemplación, estamos perdiendo la oportunidad de tener una idea que surge “de la nada”.
El concepto de ocio creativo apareció en 1995 a través del sociólogo Domenico De Masi, quien defendió la tesis de equilibrar trabajo, ocio y tiempo libre. Según él, la creatividad es un factor de felicidad y productividad.
¡Pero atención! Tener espacio libre en la agenda no significa procrastinar y mucho menos descuidar las obligaciones. Debemos llenarlo con tiempo de calidad con amigos y familia, cultura, ocio y actividades placenteras como un hobby, por ejemplo.
Diferencia entre hobby y ocio
No vamos a demonizar las redes sociales; al fin y al cabo, cuando las usamos de forma correcta es una manera de mantener el contacto con conocidos, aprender cosas nuevas o simplemente no hacer nada (por cortos períodos, ¡ok!). Ver un partido de fútbol o tomar unos tragos los fines de semana también es divertido, sin embargo, necesitas entender que el ocio no es lo mismo que un hobby.
Los hobbies son saludables y altamente recomendables como pasatiempo útil, pero contrario a lo que aprendimos, no son solo distracción, a pesar de ser una actividad completamente fuera del trabajo. Para que un hobby sea aún mejor para la salud mental, elige algo que puedas hacer con libertad, placer y que permita escalar el aprendizaje. En ese sentido, puedes intentar aprender a tocar un instrumento musical, profundizar en un tema específico o enfocarte en una habilidad artesanal.
Por último, evita convertir un hobby en algo monetizable, porque entonces ya no será una actividad ociosa sino una obligación. Si quieres ganar dinero con algo en lo que eres bueno, busca otras opciones para darte un respiro.
Estrategias simples para equilibrar ocio y productividad
Al principio, algunas personas pueden tener resistencia para relajarse e incluso excusas como no querer gastar en hobbies, pero hay maneras de comenzar a cuidar esto con cosas que no cuestan ni un centavo.
Sé riguroso con tu sueño
Dormir mal no solo nos deja más lentos al día siguiente, también empeora la concentración e incluso el humor. No vale la pena cambiar unas horas de sueño por esa serie que puedes ver después. Está claro que una persona descansada rinde más en el trabajo y tiene mejor salud.
¿Sabías que la cantidad ideal de horas de sueño depende de la edad? Mira:
Rango de Edad | Horas de Sueño Recomendadas por Día |
Recién nacidos (0–3 meses) | 14 a 17 horas |
Bebés (4–11 meses) | 12 a 15 horas |
Primera infancia (1–2 años) | 11 a 14 horas |
Edad preescolar (3–5 años) | 10 a 13 horas |
Edad escolar (6–13 años) | 9 a 11 horas |
Adolescentes (14–17 años) | 8 a 10 horas |
Adultos (18–64 años) | 7 a 9 horas |
Personas mayores (65+ años) | 7 a 8 horas |
Planea tu rutina con la Regla 80/20
Esta estrategia es totalmente indispensable si trabajas desde casa o eres estudiante. De acuerdo con el Principio de Pareto, la idea es enfocarte completamente durante el 80% del día en tus obligaciones y separar el 20% restante para no hacer nada, realizar tus hobbies o invertir en tus relaciones.
Técnicas de meditación
Puedes combinar esto con un detox digital y aprovechar las pequeñas pausas para respirar profundamente y hacer meditaciones guiadas en lugar de deslizar la pantalla del celular. Meditar a lo largo del día es como crear un ancla para saber cómo mantenerte equilibrado en momentos estresantes o en los días en que no te sientas 100% bien para trabajar.
Usa la tecnología para organizar el ocio y la productividad
El uso de apps para maximizar la productividad financiera no es raro, pero las herramientas de productividad personal son poco utilizadas. Además, muchos softwares y técnicas de organización están restringidas al entorno laboral, pero puedes usarlos en tu día a día.
¿Qué tal Google Calendar para reservar horarios para ir a parques o cafés? Usa herramientas como Trello o Notion para organizar prioridades e incluir pausas entre el trabajo y momentos para desacelerar.
Conclusión: Tener tiempo para el ocio y la productividad cambiará tu vida
Estamos viviendo una nueva versión de la revolución industrial, solo que esta vez es la tecnología, la IA y el trabajo en transformación.
Tener una agenda llena no es sinónimo de éxito porque el tiempo es el recurso más escaso del mundo. Simplemente no hacer nada es como un lujo en un mundo tan acelerado y si no podemos controlar el tiempo, al menos podemos controlar lo que hacemos con él.
Es un reto deconstruir la idea de vivir ocupados para demostrar nuestra utilidad, pero es realmente urgente entender el descanso como un merecimiento y un factor que influye en la calidad de nuestro trabajo.
Invierte tiempo en ti, en las cosas que amas y en las personas que quieres, y verás cómo tu vida cambiará en el corto, mediano y largo plazo.
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