Podemos aumentar la productividad y el rendimiento según los ciclos de energía del cuerpo. ¡Descubre cómo identificarlos para mejorar tu vida día a día!
La rutina casi cronometrada, la carrera diaria contra el reloj y la necesidad de ser multitarea casi nos hacen trabajar en automático, ¿verdad?
Pero la verdad es que no somos máquinas, y en realidad nuestro cuerpo tiene un ritmo que necesita aprender a respetar.
¿Te has dado cuenta de que algunos días estás a mil por hora desde temprano en la mañana y en otros parece que la energía solo llega después del almuerzo?
Esto sucede porque nuestro cuerpo tiene picos y valles de energía.
¿Has oído hablar del ciclo circadiano? Ese es el nombre que se le da a nuestro ritmo biológico interno.
¡Trabajar en armonía con estos ciclos naturales es un secreto que necesitamos dominar para hacer más con menos esfuerzo!
En la práctica, es posible rendir más, sin causar un gran desgaste físico y mental, siempre y cuando respetes tu propio ritmo.
Ciclo circadiano: ¿Cómo afecta nuestras vidas?
En otras palabras, es nuestro reloj biológico que regula varios mecanismos del cuerpo a lo largo del día.
Es el comandante que nos hace despertar, sentir hambre, sentirnos activos o con sueño, por ejemplo. Imagina que tienes una reunión importante programada para las 9 de la mañana.
Has preparado todo, pero cuando el reloj marca las 8:30, te sientes cansado y sin ánimo. ¡Tal vez la hora no esté alineada contigo!
Algunos de nosotros somos más productivos temprano en la mañana (los famosos “matutinos”), mientras que otros se sienten más motivados por la tarde o por la noche (los “noctámbulos”).
Cuando aprendes a identificar tu propio ciclo, es mucho más fácil usarlo a tu favor. Puedes priorizar las tareas importantes en horarios estratégicos y de esta manera adaptarlos a tu trabajo y estudios, por ejemplo.
Cómo identificar tus ciclos de energía y planificar tus tareas en función de ellos
Paso 1: Observa tu comportamiento cotidiano
Necesitas comenzar por el autoconocimiento, después de todo, ¿cuándo fue la última vez que te detuviste a observar el funcionamiento de tu cuerpo?
En unos días o pocas semanas tendrás más conciencia corporal a través de tus comportamientos, mira cómo hacer la observación:
- Mantén un diario: Durante una o dos semanas, anota cada dos o tres horas cómo te sientes con respecto a tu disposición.
Marca las horas en las que te sientes bien y aquellas en las que tu cuerpo y mente están más perezosos. - Observa tus momentos de concentración: ¿En qué momentos sientes que estás más concentrado? ¿Cuándo las distracciones parecen más fáciles de ignorar? Estos son indicios de que estás en un pico de energía.
- Usa herramientas de productividad: Existen aplicaciones como RescueTime, que ayudan a monitorear tus niveles de concentración, ofreciendo una visión objetiva de tus mejores horarios.
Paso 2: Adaptando los compromisos y tareas
Producir mejor no significa solo hacer más cosas, sino también hacer las cosas en el momento ideal, por eso después de identificar tu ciclo, ¡estarás listo para aprovechar mejor tu día!
- Asigna tareas complejas a los picos de energía: Si tu jornada laboral exige creatividad, concentración, producción o toma de decisiones importantes, haz lo que necesites cuando te sientas más dispuesto.
Es como aprovechar el clima soleado para plantar semillas: la productividad florece cuando está bien nutrida. - Tareas ligeras en momentos de baja energía: Reserva actividades más ligeras, como organizar archivos, responder correos electrónicos o realizar tareas administrativas que no requieran tanto esfuerzo mental.
- Pausas estratégicas: Los mexicanos tienen la costumbre de hacer una “siesta” o pequeñas pausas. Usa estos momentos a tu favor para restaurar la energía. Lo ideal es de 10 a 20 minutos de descanso para revitalizarse.
Pero, ¿qué hacer si siempre estás cansado?
Lo normal es que todos tengan horarios con más y menos energía, pues es el ritmo normal del ser humano.
Si tu cuerpo siempre está exhausto, puede ser una señal de alerta significativa. Puedes necesitar vitaminas, mejorar tu higiene del sueño o simplemente organizar mejor tu sueño para descansar más.
Tal vez no puedas hacer todos los ajustes solo, entonces es importante buscar a un profesional para saber cómo están tus niveles hormonales, por ejemplo.
El estrés es el mayor villano del ciclo circadiano, por lo tanto, si sientes que este es un problema constante, también debes prestarle atención, ¿verdad?
Recuerda que tu vida profesional puede verse afectada por tu vida personal y tus hábitos, todo debe estar en armonía.
Prioriza el autocuidado para la productividad y el rendimiento según los ciclos de energía, ¡pero también aprende a reponer esa energía!
Otras prácticas que te ayudarán a tener más productividad e rendimiento a largo plazo:
- Desarrolla un ritual matutino y nocturno: Tu día puede comenzar de manera más productiva si adoptas un ritual que ayude a “despertar” la mente, como ejercicios de respiración, estiramientos o una breve meditación.
- Establece horarios para la actividad física: Actividades como caminar, practicar yoga o hacer ejercicios ligeros ayudan a equilibrar la energía a lo largo del día.
- Elige horarios en los que te sientas con menos energía para hacer estas actividades: muchas veces, una pequeña caminata puede restaurar tu disposición.
- Escucha tu cuerpo: Si notas que una determinada rutina te está llevando a un cansancio extremo, ajústala sin miedo.
Conclusión: productividad y rendimiento sostenible y los beneficios de respetar tu propio ritmo
Cambiar tu rutina según tu ciclo natural no solo es útil para tener más rendimiento en el trabajo, sino que también se trata de elevar tu calidad de vida.
Si te miras a ti mismo con más cuidado, tanto el trabajo como los demás compromisos se volverán más fluidos, menos estresantes y más satisfactorios.
Por eso te animamos a que comiences a practicar la autoobservación e implementes las ideas que te mostramos aquí. Los beneficios incluyen:
1️⃣Mayor calidad en las entregas: Trabajar con alta energía significa mayor precisión, enfoque y creatividad.
2️⃣Reducción del agotamiento: Luchar contra el cansancio crea estrés innecesario. Al respetar tu ciclo de energía, creas una rutina que fluye naturalmente y es menos cansada.
3️⃣Mejor equilibrio entre el trabajo y el descanso: Aprenderás a recargar tus fuerzas manteniendo la productividad sostenible a largo plazo.