La rica y diversa herencia cultural de Europa ha dejado un legado culinario incomparable.
De norte a sur y de este a oeste, el viejo continente despliega un tapiz de sabores, aromas y texturas que narran historias de conquistas, fusiones y tradiciones centenarias.
En este recorrido, nos sumergimos en la gastronomía europea, descubriendo los platillos que han enamorado paladares durante generaciones.
España: Donde el sol brilla en los platos

Tapas: Estas pequeñas porciones representan la esencia de la convivencia española. Desde albondigas, patatas bravas hasta pulpo a la gallega, las tapas son un universo en sí mismas.
Paellas: Con origen en Valencia, este icónico platillo ha conquistado mesas alrededor del mundo. Cada región de España tiene su variante, desde mariscos en la costa hasta conejo y pollo en el interior.
Vinos y jamones: Un viaje a España no está completo sin degustar un jamón ibérico acompañado de un vino de la Ribera del Duero o un cava catalán.
Francia: Refinamiento en cada detalle
Pan y Quesos: Un amanecer en París no es tal sin el aroma de croissants recién horneados. Suma a ello la majestuosidad de quesos como el brie, camembert o roquefort.
Platos Principales: El coq au vin, boeuf bourguignon y bouillabaisse son solo ejemplos del savoir-faire francés en la cocina.
Postres: El mundo dulce francés va más allá de los macarons. Tarta tatin, éclairs y crème brûlée son delicias que despiertan los sentidos.
Italia: Pasión y tradición en cada bocado
Pasta: Desde las sencillas spaghetti aglio e olio hasta las lasagnas más elaboradas, la pasta es el alma de la cocina italiana.
Pizza: Napolitana, Margherita, Calabresa, cada región ha aportado su toque a este platillo universal.
Gelatos y cafés: El dulce final de cualquier comida italiana es un gelato, seguido de un espresso que marca la pauta para continuar el día.
Alemania: Robustez y carácter en la mesa
Carnes y embutidos: Las salchichas, como la bratwurst, son solo la punta del iceberg. El sauerbraten y el eisbein son platos que muestran la rica tradición carnívora alemana.
Cervezas: Rubias, negras, de trigo… La cerveza alemana es una clase maestra en fermentación y tradición.
Postres: El strudel de manzana o el bienmesabe son delicias que endulzan los fríos días germánicos.
Portugal: Sabores del Atlántico
Pescados: El bacalhau, o bacalao, se sirve de cien maneras diferentes en Portugal.
Vinos: El vino de oporto es famoso mundialmente, dulce y con cuerpo.
Dulces: Pastéis de nata, travesseiros y queijadas son esenciales en cualquier visita.
Grecia: Un viaje al Mediterráneo

Mezze: Pequeños platos para compartir, como el tzatziki, moussaka y dolmas.
Carnes: El souvlaki y el gyros son platos populares a base de carne.
Postres: Baklava y galaktoboureko te llevarán a un viaje dulce por esta nación.
Polonia: Sabores que resisten el tiempo
Pierogi: Estos son dumplings rellenos que pueden contener una variedad de ingredientes, desde patatas y queso, hasta setas o carne.
Bigos: También conocido como chucrut polaco, es una mezcla de repollo fermentado, carne y a veces setas.
Żurek: Una sopa agria hecha con harina fermentada, a menudo servida en un tazón de pan.
Hungría: Un festín en el corazón de Europa
Goulash: Posiblemente el plato más conocido de Hungría, es un estofado de carne condimentado principalmente con pimentón.
Pörkölt y Paprikás: Estofados a base de carne, diferenciados por la crema agria añadida al Paprikás.
Somlói Galuska: Un delicioso postre a base de esponja de chocolate y vainilla, pasas, nueces, ron y crema de chocolate.
Rumania: Tradición en cada bocado
Mămăligă: Similar a la polenta, este puré de maíz puede acompañarse con una variedad de platos.
Mămăligă cu brânză și smântână: Mămăligă con queso y crema agria.
Sarmale: Rollos de hojas de repollo o parra rellenas de una mezcla de carne picada y arroz, cocidas en salsa de tomate.
República Checa: Una mezcla de influencias

Guláš: Aunque comparte un nombre similar al Goulash húngaro, este estofado de carne es único en sabor y preparación.
Svíčková na smetaně: Carne de ternera asada con una rica salsa cremosa, a menudo acompañada de arándanos y una bola de pan.
Trdelník: Un postre popular, es una especie de panecillo espiral asado a la parrilla y cubierto con azúcar y nueces.
Gastronomía Europea, Conclusión
El este de Europa, aunque a veces eclipsado por sus vecinos occidentales, es un tesoro culinario.
Con una rica historia que abarca imperios, invasiones y revoluciones, la región ha desarrollado una gastronomía que refleja su resistencia y su diversidad.
Degustar estos platos es embarcarse en un viaje por siglos de tradición y sabor.