Al planear un viaje, necesitas pensar en cómo pagar tus gastos y compras, pero ¿sabes cuál método de pago es mejor para evitar sorpresas y contratiempos? Conoce los pros y contras y prepárate completamente para tu próxima aventura.
Cuando se trata de los detalles sobre las próximas vacaciones, una de las dudas más frecuentes es cómo elegir entre una tarjeta de crédito o débito para viajar.
Así como cada persona empaca de manera diferente, la elección del mejor método de pago varía según las prioridades de cada quien.
De inicio, las tarjetas de crédito y débito son más seguras y prácticas que el dinero en efectivo, pero para decidir entre las dos necesitarás hacer un balance entre comodidad y ahorro.
¿Por qué no llevar solo efectivo?
Algunos viajeros pueden considerar pagar solo con efectivo porque normalmente es una alternativa más barata para transacciones en viajes al extranjero , ya que no tienen las mismas tarifas internacionales que las tarjetas cobran.
Además, cualquier lugar acepta dinero, ¿verdad? Sin embargo, contar con un solo medio de pago puede ser una pésima idea.
Primero, los turistas suelen llamar la atención naturalmente, y llevar grandes cantidades de dinero puede atraer a ladrones.
Y hay otra razón: los viajes largos requieren mayores sumas, ¿Te imaginas el desastre que sería perder todo tu dinero en medio del viaje?
En resumen, lo mejor que podemos hacer es llevar al menos dos formas de pago. Así puedes combinar algo de efectivo con una de las tarjetas o variar entre las tres.
Cómo elegir entre una tarjeta de crédito o débito para viajar según la función de cada una
Comencemos con lo básico: las principales diferencias entre ambas.
Primero está la fuente de fondos. Mientras que la tarjeta de débito depende del saldo disponible en tu cuenta, la tarjeta de crédito es un tipo de “préstamo” que el banco te ofrece a través de un límite, para usar y pagar después..
O sea, con la tarjeta de débito no te cobran intereses ni tienes que andar pendiente de pagar cuentas a tiempo. ¡Qué relajo! Pero ojo, si compras a crédito, te puede salir más caro por los intereses, sobre todo si no pagas todo al final del mes.
En cuanto a la seguridad, las dos están bien protegidas, pero si te hacen un fraude con la de débito, puede ser un rollo porque te quitan la feria directo de tu cuenta.
En cambio, muchas tarjetas de crédito te protegen si alguien usa tu tarjeta sin tu permiso y hasta tienen seguros para viajar, ¡y hasta pueden incluir a tus morros y a quien te acompañe!
En pocas palabras, con la de débito solo gastas lo que tienes, así que es más fácil controlar tus gastos.
Por otro lado, la tarjeta de crédito es mejor si no quieres limitarte al gastar, pero requiere más disciplina de tu parte.
Finalmente, revisemos todos los motivos que debes considerar para elegir entre una y otra.
Pros y contras de la tarjeta de crédito
- Seguridad: La tarjeta de crédito ofrece mayor protección contra fraudes. Si se pierde o es robada, puedes impugnar compras no autorizadas y, en la mayoría de los casos, serás reembolsado.
- Recompensas: Es común que las empresas incluyan programas de puntos, como la acumulación de millas, que pueden ser usadas para viajes futuros.
- Mayor poder adquisitivo: Ya que no depende directamente del saldo en la cuenta, puede ser la solución para adquisiciones más caras, especialmente si ofrece pagos a plazos.
- Beneficios adicionales: Algunas tarjetas ofrecen seguro de viaje, protección de compras y asistencia en emergencias, lo que puede ser muy útil durante tu viaje.
- Intereses: Las tasas de interés del crédito son más altas, y al hacer cuentas podrías sorprenderte con el costo final de las compras.
- Costos adicionales: La mayoría cobra tarifa por transacciones internacionales, incluidas compras y retiros de cajeros automáticos, que se comparan a un “adelanto en efectivo”.
- Fácil perder el control: Con la facilidad de uso, puedes caer en la trampa de gastar más de lo planeado.
Lo que debes considerar sobre las tarjetas de débito
- Ideal para controlar gastos: Si eres de los que priorizan el control del presupuesto durante sus viajes, ¡cuenta con esta ventaja! Las transacciones solo serán autorizadas hasta el límite de lo que tengas en la cuenta.
- Más económico: En muchos casos, las tarifas por transacción internacional son más bajas que con crédito.
- Acceso directo al saldo: La tarjeta de débito permite retirar efectivo local en cajeros automáticos, lo cual puede ser útil en destinos donde el uso de tarjetas no es tan común.
Pero ojo: no siempre los retiros son gratuitos, verifica con tu banco.
- Vulnerabilidad: Si te roban la tarjeta, te quedas sin varo al instante. Y recuperar tu dinero puede ser un rollo.
- Limitación: Solo puedes gastar lo que tengas en el banco, así que si se te presenta una emergencia y no tienes reserva tendrás problemas.
- Menos beneficios: Rara vez ofrecen recompensas, seguros u otros beneficios incluidos.
Conclusión: ¿Cuál es la mejor para tu perfil?
Si viajas a un destino donde la seguridad es una preocupación, o si tu tarjeta ofrece cobertura de viajes y puntos, la función de crédito será mejor porque maximizarás las ventajas.
Sin embargo, si prefieres ser más estricto con tu presupuesto para evitar las altas tasas de interés y gastos adicionales, la tarjeta de débito será la mejor alternativa.
Lo ideal, para muchos viajeros, es tener ambas opciones. La tarjeta de crédito para emergencias, compras grandes y gastos que generen recompensas, y la de débito para gastos cotidianos, como alimentación y transporte.
Al final, necesitas evaluar todos los pros y contras y combinar lo que ofrecen con tu estilo de viaje y perfil financiero para tomar la decisión correcta.