Descubre cómo el uso de una tarjeta de crédito puede ayudarte en emergencias con nuestros consejos responsables y útiles para tu bolsillo.
La vida está llena de giros inesperados. A veces, los acontecimientos resultan en choques financieros que te dejan luchando por soluciones.
Tu auto se descompone, una cuenta médica te toma por sorpresa o una reparación inesperada en casa drena tus ahorros.
En esos momentos de estrés, tener una tarjeta de crédito en el bolsillo puede ser un salvavidas.
Muchas veces, las tarjetas de crédito tienen mala fama, pero cuando se usan de manera responsable, ofrecen una red de seguridad financiera y son una herramienta para cubrir “gastos sorpresa”.
Hablemos de los beneficios, a menudo olvidados, de las tarjetas de crédito en emergencias y cómo aprovecharlas sin caer en trampas de deuda.
Las tarjetas de crédito son un recurso inmediato
Supongamos que necesitas hacer un viaje de última hora y no tienes dinero en efectivo o quizás necesitas una reparación urgente en el auto, pero estás lejos de casa y sin acceso a un cajero automático.
Incluso sin efectivo en mano, tener un límite en tu tarjeta será la mejor solución.
Hoy en día, es raro encontrar un establecimiento que no acepte tarjetas de crédito, especialmente las marcas más populares en México, que son Visa, Mastercard y American Express.
Reserva una tarjeta solo para emergencias reales
Comprar ropa nueva para una fiesta no es una situación crítica, pero cubrir gastos médicos es un problema real.
Lo que queremos decir con esto es que necesitas tener disciplina, tanto para la salud de tus finanzas en general como para no ser sorprendido en un momento crítico.
Si tienes acceso a más de una tarjeta, elige una para usar exclusivamente en casos de emergencia.
Recomendamos que sea una sin costo de mantenimiento mensual y que no exija un gasto mínimo para su exención. Será ideal para guardar y usar solo ocasionalmente.
Conoce tu límite y tu capacidad de pago
Para evitar caer en la trampa de las deudas, lo ideal es no utilizar más del 40% de tu salario en el límite de tu tarjeta.
Además, es ideal que dentro de ese rango reserves un margen de hasta el 20% para emergencias.
El factor principal es tener plena conciencia de tus compromisos financieros y hasta dónde puedes llegar.
En otras palabras, esto significa saber cuánto puedes gastar sin poner en riesgo tus finanzas. Aquí hay algunos consejos:
- Analiza tus ingresos mensuales.
- Lista tus gastos fijos y variables.
- Reserva un margen de seguridad para gastos no superfluos, especialmente si solo tienes una tarjeta.
- Monitorea tus compras. La mayoría de los bancos ofrecen activación de notificaciones en tiempo real para recibir mensajes por cada transacción. Aprovecha y adquiere el hábito de anotarlas todas.
- Crea un presupuesto mensual, incluyendo un límite de gastos personales.
Prefiere pagos a plazos y condiciones de pago que te faciliten la vida
Algunos bancos tienen convenios con tiendas o ofrecen planes de pago que ayudan a organizar las compras en cuotas fijas.
Siempre que estés atento a las tasas de interés (si las hay) y que las cuotas encajen en tu presupuesto mensual, esta es una de las formas de aumentar el poder de compra y gestionar tu capacidad de pago en momentos difíciles.
Esto es especialmente útil en emergencias, ya que el monto total puede ser alto y el fraccionamiento ayuda a aliviar la presión financiera.
Sin embargo, no compres más de lo necesario solo porque puedes pagarlo en cuotas, ¿cierto?
Beneficios secretos de la tarjeta que pueden ser una gran ayuda
¿Sabes todo lo que ofrece tu tarjeta de crédito? La mayoría tiene al menos alguna cobertura básica que la propia marca ofrece, otras incluyen seguros y protecciones adicionales gratuitos o a un precio accesible.
Consulta con tu banco si tu tarjeta tiene algún beneficio como seguro de viaje, asistencias médicas y protecciones contra daños a productos, por ejemplo. Aprovecha para preguntar sobre las condiciones de elegibilidad y cómo puedes solicitar asistencia si un día lo necesitas.
Cuidados al usar la tarjeta de crédito en situaciones de emergencia
Antes de usar la tarjeta de crédito tarjeta de crédito para emergencias, es fundamental evaluar la gravedad.
Pregúntate si realmente necesitas usar el crédito o si hay alternativas. Dado que el gasto inesperado generalmente no está dentro del plan, podría suceder que uses la tarjeta para resolver la situación en el momento, pero tengas dificultades para pagar cuando llegue el estado de cuenta.
En la mayoría de los casos, los intereses son altos y pueden aumentar la deuda rápidamente.
Por lo tanto, contacta a tu banco tan pronto como te des cuenta de que no podrás cumplir con el pago.
No esperes a que la situación empeore. Pueden negociar de una forma que te permita resolver el problema.
Por último, nunca está de más estar atento a tus gastos, calcular cada compra y monitorear saldos y límites. En este sentido, las aplicaciones siempre ayudan mucho.
Una alternativa aún más segura: La creación de un fondo de emergencia
Aunque una tarjeta de crédito para emergencias puede ser un buen aliado, no debería ser la única solución.
Para evitar endeudarte, una estrategia financiera inteligente es crear un fondo de emergencia.
Básicamente, es un ahorro de una parte de tus ingresos que debes guardar cada mes para usar solo en situaciones críticas.
Así, puedes cubrir gastos inesperados sin depender del crédito y sin sobresaltos porque estarás bien preparado.
Mientras vas creando el fondo de emergencia, recuerda que no necesitas ver la tarjeta de crédito como algo negativo.
Solo necesitas usarla con disciplina y responsabilidad para que sea una herramienta beneficiosa para tus finanzas.