Está claro que para ahorrar, primero tienes que tener algo de dinero extra al final del mes. Pero no hay que esperar a que sobre, sino empezar a ahorrar para que al final sí quede algo.

Aunque creas que ya sabes todo lo que puedes para evitar gastar demasiado, créeme, todavía hay hábitos que descubrirás y que no practicas.

Mirarás tu dinero de una manera diferente y este será el comienzo de la transformación en tus finanzas.

Además, los consejos que te daremos en este post son para todos, sin importar tu salario, te serán útiles y puedes empezar hoy mismo.

1 – Pon todo en hojas de cálculo

Es un consejo básico pero súper necesario, porque mucha gente se endeuda por no tener claro en qué está gastando antes de que se convierta en una “bola de nieve”.

Así que anota todos tus gastos, incluso los más pequeños, desde tus cuentas principales hasta lo que gastaste en una salida simple.

Seguir el flujo de tu dinero es el primer paso para identificar posibles gastos innecesarios y deshacerte de malos hábitos de consumo.

2 – Reevalúa tus costumbres

Después de ver tu hoja de gastos, es posible que ya puedas identificar qué tipo de gastos están haciendo que tires tu dinero a la basura.

Este es el momento perfecto para revisar todos tus hábitos de consumo. Aquí tienes algunos ejemplos prácticos de cambios que puedes hacer para ahorrar:

  • Evita pedir comida a domicilio: Puedes preparar algo diferente o una cena especial tú mismo. No se trata de cancelar lo que te gusta, sino de replantear cómo lo disfrutas.
  • Cambia el gimnasio por ejercicio al aire libre: Muchas personas pagan un plan mensual o anual de gimnasio y no lo aprovechan. Salir a correr o hacer ejercicio al aire libre puede ser una buena alternativa.
  • Aprovecha eventos gratuitos: ¿Qué tal cambiar el cine por una exposición o un museo en tu ciudad? Considera que ir al cine incluye el transporte, la comida, además del boleto. Sigue blogs y redes sociales que hablen sobre eventos en tu ciudad, seguro encuentras opciones para divertirte sin gastar mucho.

3 – Define un límite para cada tipo de gasto

Después del consejo 2, ya sabes cómo evitar algunos desperdicios, pero hay cuentas que son realmente necesarias. El próximo paso es definir un límite máximo para cada una de ellas:

  • Teléfono/Internet: Revisa si tu plan actual es lo que necesitas y, si es posible, busca un plan más barato o cambia de proveedor.
  • Alimentación: Siempre ve al supermercado con una lista de productos esenciales y no te desvíes de lo necesario.
  • Salud: Si tienes un gasto fijo en medicinas, inclúyelo en tu presupuesto. También vale la pena revisar tu plan de salud cuando sea necesario.

Además de estos ejemplos, algunas familias necesitan incluir educación, transporte, etc., así que no olvides evaluar todos los aspectos.

4 – Usa crédito, débito y efectivo en el momento adecuado

Las tarjetas de crédito no son los villanos si quieres ahorrar, solo necesitas disciplina y usarlas con inteligencia. Siempre pregunta si te darán un descuento pagando con débito o efectivo. Si no hay ventaja al pagar en efectivo, usa tu tarjeta de crédito y guarda el dinero que puede generar intereses mientras tanto.

5 – No compres nada sin investigar antes

Así como pedimos varios presupuestos cuando necesitamos servicios como plomeros, dentistas, mecánicos, etc., debemos mantener este hábito al comprar cualquier cosa. Siempre busca opciones en internet antes de comprar en tiendas físicas. Incluso las grandes tiendas suelen tener precios más bajos en sus versiones online.

Si no eres fan de las compras en línea, acostúmbrate a comparar precios en al menos 3 lugares antes de comprar lo que necesitas.

6 – Establece metas

Finalmente, ya estás más consciente y organizado, así que ahora es el momento de definir los pasos que te llevarán a ahorrar en la práctica:

  • Objetivo: El motivo para ahorrar será tu incentivo para no salirte del plan. No pierdas de vista tu objetivo final, ya sea tu boda, un viaje especial o tu jubilación.
  • Plazo: Piensa en cuánto tiempo necesitas para alcanzar tu objetivo. Este tiempo variará según tu meta, puede ser a corto plazo si quieres un viaje, por ejemplo, o a largo plazo si estás pensando en tu retiro.
  • Previsión: Calcula cuánto puedes ahorrar por día, semana, mes o año hasta que sea suficiente para cumplir tu meta. Y, como siempre, no te desvíes de tu propio plan.

Además, presta atención a cada moneda que te sobra en la cartera y guárdala en una alcancía. Con el tiempo, te sorprenderás de lo que puedes lograr con tus ahorros si sigues estos consejos en tu día a día.